Los Grupos de ayuda mutua están compuestos de personas que comparten un
problema o situación, que se reúnen para hacer alguna cosa para superarlo y
conseguir cambios sociales y/o personales.
Los grupos de ayuda mutua enfatizan
la interacción personal y la asunción individual de responsabilidades de sus
miembros. Suelen proporcionar ayuda material o emocional y promueven unos
valores a través de los que sus miembros pueden reforzar la propia identidad.
De tú a tú. A veces la ayuda es individual, de una persona a otra con el mismo problema, sea por trato personal, o telefónico.
En encuentros informales. Son los contactos espontáneos de las personas afectadas por una enfermedad o de sus familiares en salas de espera, en los centros de tratamiento, etc.
En reuniones de grupos. Las personas afectadas por la enfermedad se reúnen en ausencia de un profesional, a no ser que alguien lo solicite en una determinada reunión. Entre ellos encuentran comprensión y apoyo, y al no estar dirigidos por alguien externo al grupo se responsabilizan del control de su salud y se sienten más autónomos.
Hay una gran diversidad de grupos de ayuda mutua. Constituidos tanto por personas afectadas de una enfermedad o problema como por sus familiares o cuidadores. Algunos grupos de ayuda mutua se centran en una enfermedad crónica (Por ejemplo, esclerosis múltiple, insuficiencia renal, Neurofibromatosis...). Otros grupos de ayuda mutua acogen persones con un problema de comportamiento personal (abuso de alcohol o drogas, obesidad por exceso de alimentación, anorexia) a los que les es muy difícil dar un cambio de forma de vida aisladamente. Últimamente han proliferado los grupos de ayuda mutua de personas que sufren problemas psicosociales (Por ejemplo separaciones de parejas, duelos, perdida de hijos, problemas creados por la vejez, recién salidos de la cárcel, del hospital, soledad) o un problema generado por la propia sociedad (marginación a causa de la delincuencia, homosexuales, minorías), pero la diversidad de los grupos se va extendiendo mucho más.
Es importante que el grupo de ayuda mutua se marque su finalidad y que sea el grupo mismo quien decida qué quiere hacer. Las actividades fijadas en grupo dependerán de los intereses y aspiraciones de sus componentes.
El motivo para incorporarse a un grupo de ayuda mutua es diferente para cada uno de sus miembros. Los participantes del grupo de ayuda mutua tienen oportunidad no solo de discutir los motivos, los deseos y expectativas que los han llevado a reunirse, sino también sus preocupaciones, angustias y contrariedades. Los motivos pueden ser diversos:
Facilitar e intercambiar información: Estimular el intercambio de experiencias y conocimientos entre los miembros. Se pueden valorar los conocimientos sobre nuevas formas de tratamiento o recibir información sobre un problema concreto, que puede adquirirse invitando a 'expertos' al grupo de ayuda mutua. Gracias al intercambio de experiencias se suavizan problemas. Además a través de la información que se recibe se conocen contactos y recursos. La información al público puede ser útil a las personas que se hallan en la misma situación y no gozan del soporte de un grupo, porqué desconocen su existencia para ponerlos en contacto. También es importante dar a conocer al conjunto de la población las necesidades especiales de los afectados: como hacen los disminuidos físicos cuando piden la supresión de barreras arquitectónicas.
Apoyo emocional entre sus miembros: Por apoyo emocional entendemos saber escuchar y ver a otro que sufre un problema parecido o más grave. Este apoyo se da durante las reuniones del grupo de ayuda mutua, pero muchas veces también fuera del grupo, a menudo hablando por teléfono, por carta... Este apoyo es permanente o bien puntual en situaciones de crisis. Este aspecto puede ser esencial del grupo de ayuda mutua, o puede añadirse a las actividades del grupo.
Prestación de servicios: La prestación de servicios puede ser la finalidad del grupo, pero en alguna ocasión sucede que el grupo presta unos servicios determinados a sus miembros. Por ejemplo organización de colonias para niños diabéticos. Los servicios se los pueden ofrecer los miembros entre sí, el grupo puede crear un centro de servicios atendido por voluntarios o por personal retribuido.
Organización de actividades sociales: Un grupo puede reunirse para jugar a cartas, ir a una cafetería, etc. Estas reuniones, a menudo pretenden romper el aislamiento en que se encuentran muchas persones con enfermedades crónicas que, sin este estimulo, no saldrían de casa.
Defender intereses y presionar: Puede ser que el objetivo del grupo sea defender sus intereses y hacer presión social. Ya que el grupo posee unas características comunes, si no están cubiertas ciertas necesidades, un grupo puede emprender acciones para darse a conocer a las autoridades y a la opinión pública. La forma de ejercer esta presión va desde dirigir una petición formal a la autoridad pertinente, hasta a organizar una manifestación de afectados.